Atrofia maxilar severa e implantes cigomáticos

Aunque la evolución en el diseño y materiales de los implantes dentales nos permite abordar intervenciones cada vez más complejas de un modo menos invasivo, hay ocasiones en los que la falta de hueso provocada por la reabsorción causada por diferentes patologías, nos obliga a practicar técnicas de regeneración ósea.

Estas técnicas, sin embargo, requieren tratamientos más largos e invasivos ya que son necesarias varias intervenciones. En el caso de que necesitemos indefectiblemente abordar un injerto de hueso en el paciente, primero deberemos practicar una cirugía para realizar dicho injerto y, una vez consolidada la regeneración ósea, programar otra intervención para la colocación de los implantes. Dependiendo de varios factores, entre ambas intervenciones puede darse un lapso de tiempo de varios meses. En el peor de los casos, la regeneración ósea puede incluso llegar a fracasar.

Además, como las técnicas de regeneración ósea requieren meses para la consolidación del hueso injertado, nos impiden, por ejemplo, la rehabilitación oral inmediata.

Sin embargo, en casos de atrofia maxilar severa con reabsorción de hueso, los implantes cigomáticos son una alternativa predecible a estos tratamientos más largos e invasivos de regeneración ósea.

Esta técnica se ha demostrado eficaz en aquellos casos en los que la reabsorción ósea severa provocada por patologías como la Periodontitis, no permiten la sujeción del implante en el hueso maxilar.

Con este procedimiento, el implante, en lugar de sujetarse al maxilar, se ancla al hueso cigomático permitiendo su colocación en una sola cirugía y la carga inmediata de las prótesis a las 24 horas de la intervención de implantes.

En este caso que traemos al blog, podemos ver la evolución del paciente desde su estado inicial, la colocación de las prótesis provisionales a las 24 horas de la cirugía de implantes cigomáticos y la carga de las prótesis definitivas a los dos meses de la intervención.

Gracias a esta técnica, reducimos los tiempos de tratamiento, el número de intervenciones y evitamos las técnicas regenerativas que requieran sitios donantes, además de conseguir la rehabilitación oral inmediata del paciente devolviéndole la función en 24 horas.

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