Frenillo lingual corto o atrófico: diagnóstico y tratamiento.
El frenillo lingual es una banda fibrosa que une la lengua con el suelo de la boca o con el proceso alveolar. Se inicia en la cara inferior de la lengua, en las proximidades de su extremo apical, recorre el tercio anterior de ésta y se vuelve hacia delante, insertándose en la línea media de la mucosa del suelo de la boca. El extremo anterior del frenillo lingual se asienta en la cara lingual de la mandíbula, entre los incisivos centrales inferiores.
Sin embargo, el frenillo lingual corto o hipertrófico es una anomalía leve y tratada adecuadamente es posible evitar los trastornos físicos y psicológicos que produce a largo plazo. El diagnóstico y el tratamiento son sencillos y apenas causan molestias al paciente.
Qué es la anquiloglosia
Si nos referimos a la literatura científica, el frenillo puede ocasionar básicamente tres problemas: anquiloglosia, diastema interincisivo y desajustes de los aparatos ortodóncicos.
En el caso de la anquiloglosia, el frenillo lingual se encuentra adherido muy hacia delante de la lengua -el frenillo lingual une la parte inferior de la punta de la lengua a la base de la boca- causando restricción del movimiento. En estos casos, la lengua pierde su movilidad generando dificultad en el habla por la imposibilidad de pronunciar determinados sonidos como, por ejemplo, la doble r o la l. En casos extremos, se pueden apreciar problemas para masticar y/o deglutir.
Además, el frenillo lingual corto o atrófico altera la fisiología mecánica de la lengua y puede provocar alteraciones anatómicas y funcionales en otras estructuras de la boca aumentando la prevalencia de maloclusión dental.
Una de las evidencias de un frenillo lingual corto o atrófico es que, debido a la disminución de la movilidad de la lengua, el paciente no puede tocar el paladar con ella con la boca abierta.
Cuándo es recomendable el tratamiento quirúrgico
La mayoría de autores coincide en que el tratamiento quirúrgico está indicado en casos de restricción de la movilidad lingual y alteraciones del habla o, en aquellos casos en los que las dificultades de succión o deglución de un bebé derivadas de un frenillo lingual corto ocasionan dolor e irritación del pezón materno en la época perinatal.
En niños de edades comprendidas entre los 5 y 11 años, la práctica de una frenectomia lingual estaría justificada por las siguientes condiciones:
- Interferencia en la funcionalidad de la lengua, dificultando su movimiento.
- Fonación deficiente.
- Diastema entre los incisivos centrales inferiores.
- Irritación del frenillo lingual y ulceración.
- Alteraciones periodontales.
- Alteraciones autoclísis y del desarrollo evolutivo normal de la mandíbula.
- Hábitos orales anómalos.
Tratamiento
Es muy probable que el odontopediatra sea el primer profesional al que recurran los padres de niños con problemas de dicción y/o que sea éste el que, en una de las citas periódicas que el niño debe mantener con el dentista, descubra el problema y proponga un tratamiento para el frenillo lingual corto o atrófico. De hecho, el dentista conoce la secuencia normal del desarrollo del habla y del lenguaje en la infancia y los principales trastornos asociados al mismo. Antes de la exploración intra y extraoral, es importante elaborar una historia clínica completa con una anamnesis bien detallada y que el paciente pronuncie ciertas palabras y letras para comprobar el alcance de los efectos de la falta de la movilidad de la lengua en la dicción.
El tratamiento del frenillo lingual corto, puede ser conservador o quirúrgico. Mediante el tratamiento conservador se enseñan una serie de ejercicios apropiados que permiten obtener el elongamiento del frenillo lingual. El tratamiento quirúrgico es la frenectomia lingual y para realizarla se debe identificar el problema y establecer una correcta indicación de la cirugía.
Por regla general, las complicaciones tras la cirugía no son habituales, aunque en algunos casos el paciente puede presentar sensación de lengua dormida, inflamación lingual, sangrado, infección y dolor de las glándulas salivales submandibulares.
La cirugía presenta un porcentaje elevado de éxito en la solución del frenillo lingual corto o atrófico, pero es necesario que el paciente realice en casa tras la cirugía una serie de ejercicios postquirúrgicos guiados por un fisioterapeuta craneomandibular.
EJERCICIOS PARA MEJORAR LA MOVILIDAD LINGUAL
- Poner la punta de la lengua sobre el paladar anterior en su posición de descanso. Abrir lentamente la boca y cerrar sin retirar la lengua del paladar (10 repeticiones – 3 series)
- Poner la lengua en posición de reposo y mover de delante a atrás (10 repeticiones – 3 series).
- Abrir la boca, sacar la legua y cerrar la boca (10 repeticiones – 3 series).
- Chasquear la lengua contra el paladar presionando fuerte la punta de la lengua contra el paladar (10 repeticiones – 3 series).
- Tocar la comisura de los labios sin que haya movimiento mandibular (10 repeticiones – 3 series).
- Con la punta de la lengua y la boca abierta, lamer el labio inferior y superior de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.
- Ejercicio anterior con la boca cerrada.
- Sacar la lengua y, con un depresor, empujar hacia la barbilla y la lengua hacia la nariz (10 repeticiones – 3 series).
Nota.- Las series se pueden repetir a lo largo del día.
A pesar de que pueda parecer una patología cuyo tratamiento está asociado a la infancia, es relativamente habitual encontrarnos casos de adultos que no corrigieron en su día la atrofia de su frenillo lingual y han arrastrado los problemas relacionados con la falta de movilidad de la lengua a lo largo de su vida. Si es su caso, debe saber que el tratamiento del frenillo lingual corto o atrófico se puede realizar a cualquier edad y las molestias ocasionadas por la intervención son mínimas.
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