Cuando nos decidimos a crear este blog nos asaltó una duda: ¿sobre qué escribiríamos en nuestro primer artículo? Al ponernos manos a la obra, nos hemos dado cuenta de que un blog es como esa hoja en blanco a la que se enfrenta cada día el escritor y, aunque nuestros contenidos, en principio, parecían estar bastante definidos, teníamos la sensación de que el primero de nuestros textos podría – y debería – marcar el camino a recorrer.
Al tener esto en cuenta, nuestra duda se disipó rápidamente. Nuestro primer artículo iba a tratar sobre esas personitas a las que queremos más que a cualquier otra cosa en el mundo; nuestros hijos.
Nuestra pequeña Inés ya se cepilla los dientes sola. 😉
Lamentablemente, suspendemos
En fechas recientes, un estudio de la firma Colgate, con motivo de su campaña Misión Salud Bucodental 2015, ha revelado que los niños españoles suspenden en la rutina del cepillado de dientes. Si traemos algunos datos de este informe, casi uno de cada dos niños (el 43,1%) no se cepilla los dientes el tiempo necesario y más del 33% sólo se cepilla los dientes delanteros. Estas cifras, que en principio pueden resultarnos relativamente frías, pueden resultar preocupantes si tenemos en cuenta que es en los primeros años cuando se forjan y toman consistencia los hábitos que marcarán la higiene bucodental de nuestros hijos a lo largo de su vida.
Lo sabemos, no es fácil.
Pero nadie dijo que la educación de nuestros hijos fuera a serlo. En muchos casos, conseguir que asuman que el cepillado diario es la mejor manera de prevenir los problemas de salud dental resulta complicado. Los niños tienen la mente centrada en la experiencia inmediata del presente y mirar al futuro para prevenir los problemas es una habilidad que nos otorga la madurez.
Sin embargo, los padres disponemos de herramientas para concienciar en unos casos, o incentivar en otros, a que nuestros pequeños se habitúen a cepillarse los dientes con la frecuencia necesaria y del modo correcto.
Cómo lo hacemos
Como afirman con mucho criterio nuestros amigos de Colgate, “cada familia es diferente y emplea una gran variedad de métodos para promover sonrisas saludables”, sin embargo, en lo que coincide más del 90% de las mil familias encuestadas en el estudio es en que el hábito de los niños en relación al cepillado dental está directamente relacionado con el ejemplo que reciben de sus padres. El mismo porcentaje reconoce que una de las mejores formas de habituar a sus hijos en una correcta higiene dental es cepillarse los dientes regularmente delante de sus hijos para darles un buen ejemplo. A este punto, nada que añadir. Los niños hacen lo que ven hacer a sus padres en casa. Si nosotros no damos ejemplo, no tardarán en preguntarnos por qué han de lavarse ellos los dientes después de comer si nosotros no lo hacemos. Y a ver qué les decimos entonces.
Por otra parte, el estudio asegura que los padres españoles somos especialmente creativos a la hora de inventar maneras de motivar a nuestros niños a cepillarse los dientes. Uno de los recursos más empleados es convertir lo que puede parecer una rutina en un juego. De hecho, incluir una pequeña dosis de competitividad no es una mala idea. De este modo se fomenta la capacidad del niño a esforzarse por un objetivo. Jugar, por ejemplo, a ver quién deja sus dientes más limpios es una buena idea.
Otra de las prácticas que refiere el estudio es poner un temporizador para controlar el tiempo del cepillado. Si el temporizador tiene la forma de un animal, el juego está servido y si acompañamos el momento del cepillado con la música preferida de nuestros peques, la diversión está asegurada porque el cepillo puede convertirse por arte de magia en un micrófono ;).
En un punto en el que coincidimos los facultativos de la Clínica CIMEV, y con el que no estamos del todo de acuerdo, es en el de premiar a los niños por cepillarse los dientes.
Desde nuestra humilde opinión, creemos que los niños no son mascotas que deban responder a estímulos al estilo del perro de Pavlov. Para formarse correctamente, un niño debe comprender por qué hace las cosas y en nuestra mano está dedicarles el tiempo necesario para hacerles comprensible el motivo por el cual es tan importante la higiene bucodental.
En realidad, no es tan difícil. Los niños no entienden las cosas porque no disponen de información, pero si se la ofrecemos entenderán perfectamente.
La tecnología a nuestro servicio
Y hoy es más fácil que nunca. Con la tecnología de la información de la que disponemos, enseñar a nuestros hijos, por ejemplo, una foto de una boca castigada por la caries puede ser la manera más eficaz de que entiendan por qué nos ponemos tan pesados con lo de cepillarse bien los dientes. No hay que traumatizarlos, desde luego, pero a veces, una imagen vale más que mil palabras y los teléfonos inteligentes y las tabletas también pueden ayudar en la educación de nuestros pequeños.
Según el estudio que hemos traído a este artículo, “a la edad de 7 años, el 16,2% de los niños ya tienen algún empaste y el 12%, alguna extracción”. Incluso los padres asumen que se debe en la mayoría de los casos a una descuidada higiene dental.
Si son lo que más queremos en el mundo, vamos a darles las herramientas para que disfruten de una dentadura sana por muchos años. Nadie dijo que fuera fácil, pero seguro que será de lo mejor que hagamos por ellos.
#TuSonrisaEsLaNuestra… y la de tus niños, todavía más. 😉
#EquipoCIMEV
Instituto CIMEV | Implantes Dentales Valencia