Con el cambio de año muchos nos planteamos nuevos retos y entre los propósitos más socorridos suele destacar la dieta. En la mayoría de los casos la motivación es perder esos kilos que seguramente hemos cogido durante las fiestas pero el motivo fundamental debería ser cuidar nuestra alimentación para mejorar nuestra salud.
En otros artículos de este blog os hemos recomendado algunos alimentos buenos para los dientes y encías pero en esta ocasión os vamos a hablar de todo lo contrario: alimentos dañinos para los dientes.
El objetivo de este artículo es que, una vez determinados aquellos alimentos perjudiciales para nuestros dientes y encías, nos pongamos como propósito para 2017 ir eliminándolos de nuestra dieta o, por lo menos, reduciendo su consumo.
Seguro que ya conocéis más de uno, pero seguro que otros os van a sorpender.
El café
Uno de los clásicos; el café. Al igual que el té y el vino (blanco y tinto) es una bebida rica en taninos y no sólo es perjudicial porque manchen los dientes. También son bebidas ácidas que alteran el equilibrio del pH de la boca.
Sin entrar en tecnicismos, el pH es una medida que determina si una disolución es ácida o alcalina. En el caso de la cavidad bucal, el pH idóneo es ligeramente alcalino y su medida está entorno a 7,4.
Cuando el pH de nuestra boca pierde su equilibrio y se vuelve ácido, si esta situación no se corrige y dicha acidez se mantiene en el tiempo, podemos sufrir la desmineralización del esmalte dental favoreciendo enfermedades como la caries y la acumulación de cálculo supragingival que pueden derivar en patologías como la periodontitis.
La saliva es el medio natural que tiene nuestro organismo para mantener el equilibro del pH de nuestra boca y contrarrestar la acidez de algunos alimentos que ingerimos y la higiene bucal la mejor forma de prevenir desequilibrios en el pH causados por ciertos alimentos como el café. Una de nuestras recomendaciones es que después de tomar café (o cualquier alimento ácido) te enjuagues la boca con agua. Así de sencillo. El pH neutro del agua te ayudará a regular el de tu boca.
Al igual que con el café, tendremos que tener en cuenta todo esto del pH con los cítricos y alimentos ácidos como el tomate.
Alimentos y refrescos azucarados
Pasa algo parecido como con el café pero por una vía indirecta. Os lo explicamos.
El azúcar no es ácido y no altera nuestro pH de manera directa, pero si comemos algo con mucho azúcar y no mantenemos una correcta higiene bucodental, las bacterias que se alimentan de estos azúcares son las que liberan ácidos que van a provocar el deterioro de nuestros dientes. De hecho, los azúcares son los causantes de la caries en la mayoría de los casos.
Arándanos, moras y granadas.
Con estas frutas siempre hay un dilema aunque no debería haberlo. Arándanos, granadas y moras son riquísimas en antioxidantes y éstos son muy buenos para nuestro organismo. El problema es que también son muy ricas en pigmentos y pueden provocar que nuestros dientes acaben manchados. Además, también son alimentos ácidos por lo que tendremos que tener en cuenta que también desequilibraran el pH de nuestra boca. La solución parece sencilla; tenlos presentes en tu dieta pero no olvides el cepillo de dientes tras su consumo.
Con los frutos secos y las frutas deshidratadas pasa algo parecido. Son buenas para el organismo pero los frutos secos muy duros como el maíz o aquellos pegajosos como las ciruelas o las pasas, además de tener un alto contenido de azúcar, son más difíciles de eliminar con un simple cepillado ya que se quedan adheridos a la superficie del diente. Y lo mismo pasa con las papas (patatas fritas) por su alto contenido en almidón.
El vinagre.
Y todos aquellos productos que hayan estado macerados en vinagre; pepinillos, cebolla, zanahoria, etc. El abuso de este tipo de alimentos puede causar daños en el esmalte debido a su alto contenido ácido.
El alcohol
El alcohol provoca deshidratación y sequedad bucal. Las personas que beben en exceso y aquellas que sufren problemas de alcoholismo suelen ver reducida la producción de saliva durante más tiempo lo que puede conducir a la caries y enfermedades de las encías.
Más allá de lo importante que es disponer de información sobre aquello que afecta a nuestra salud y el modo en que lo hace, una dieta equilibrada es uno de los pilares más importantes para mantener una buena salud general. Comer de todo y no abusar de determinados alimentos es la mejor manera de prevenir enfermedades al igual que una correcta higiene bucodental es la mejor manera de cuidar nuestros dientes.
En un próximo artículo en el que os hablaremos de un caso de bruxismo tratado en nuestra clinica dental en Valencia os hablaremos también de la importancia de cuidar la alimentación para evitar a otro enemigo del esmalte dental; el reflujo gástrico (acidez).
Ahora que sabemos qué alimentos son más perjudiciales para nuestros dientes y por qué, moderemos su consumo y, sobretodo, después de consumirlos, no olvidemos un buen cepillado dental o un enjuague bucal.
#EquipoCIMEV
#TuSonrisaEsLaNuestra
Instituto CIMEV | Implantes Dentales Valencia