Abrígate… pero visita a tu dentista.

La neumonía es una enfermedad del sistema respiratorio generalmente causada por bacterias, hongos o virus y que puede resultar mortal especialmente en niños, personas inmunocomprometidas y ancianos.

Partiendo de esta premisa, resulta evidente que las bajas temperaturas no pueden ser las causantes de una infección bacteriana, pero el frío sí tiene relación con las neumonías y las infecciones respiratorias ya que paraliza o ralentiza la acción de limpieza de los cilios de la mucosa respiratoria. Lo que quizá no sepas es que neumonía e higiene dental también están intimamente relacionadas.

Neumonía e higiene dental

Nuestros pulmones están constantemente expuestos a microbios del aire y de nuestra propia flora bacteriana de la boca y el motivo por el cual no siempre resultamos afectados por una infección es porque el pulmón tiene sus propios mecanismos de defensa. Entre estos mecanismos podemos destacar el reflejo de la tos y la existencia de los cilios microscópicos en el árbol bronquial. Estos cilios son como pequeños filamentos que cubren la superficie de los bronquios y arrastran hacia el exterior los cuerpos extraños que penetran en el árbol respiratorio incluidos los gérmenes patógenos. La ralentización o paralización de estos cilios a causa del frío puede favorecer las infecciones bacterianas. Es un hecho que se producen más infecciones respiratorias en invierno que en verano pero existen otros factores que reducen la efectividad de estos cilios como el tabaquismo, el consumo de alcohol o las infecciones respiratorias de tipo vírico como la gripe.

La salud bucodental, primera barrera de defensa

En los últimos años, varios estudios han demostrado que visitar regularmente al dentista tiene mayor incidencia que el frío ante infecciones como la neumonía.

La salud bucodental juega un papel importantísimo en nuestra salud general. La falta de higiene oral favorece el desarrollo de enfermedades como la caries o la periodontitis y éstas pueden derivar en patologías asociadas a una tasa de mortalidad elevada como las enfermedades cardiovasculares y distintos tipos de cáncer. También la neumonía.

El pasado año, un estudio de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en Richmond (EE.UU.) demostró que personas que nunca van al dentista tienen un riesgo hasta un 86% mayor de desarrollar neumonía que aquellas que acuden dos veces al año a la consulta de un odontólogo.

Michelle Doll, directora de la investigación, explicaba en el marco de la Reunión Conjunta 2016 para las Enfermedades Infecciosas (IDWeek) que “la conexión entre la salud oral y la neumonía está bien documentada y las visitas a la consulta del dentista son importantes para mantener una buena salud oral. Aunque no podemos eliminar completamente las bacterias de nuestra cavidad oral, es cierto que una buena salud bucodental puede limitar la cantidad de bacterias presentes”.

Aunque nuestro organismo está repleto de microorganismos –bacterias, hongos y virus– que juegan un papel esencial en el cuidado de nuestra salud, algunos microorganismos son simplemente nocivos y pueden llegar a causar enfermedades. Es el caso de algunas especies de estreptococos y estafilococos que, cuando son accidentalmente inhalados o aspirados, pueden originar una neumonía al llegar a los pulmones, por lo que, destaca Doll, “las visitas rutinarias al dentista y una correcta higiene bucodental pueden reducir la cantidad de bacterias que pueden ser aspiradas”.

Neumonía y prótesis dentales

En 2014, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nihan (Tokyo) y publicado en el Journal of Dental Research, demostró una relación estadísticamente significativa entre dormir con una prótesis dental puesta y un mayor riesgo de neumonía.

Durante tres años, se estudió a más de 500 ancianos portadores de prótesis completas removibles y descubrieron que aquéllos que dormían con las prótesis puestas tenían un riesgo 2,3 veces mayor de desarrollar neumonía. Al mismo tiempo, el estudio alertó sobre la relación entre la falta de higiene de las prótesis dentales, las enfermedades de las encías y la presencia del hongo candida albicans, muy perjudicial para la salud general.

De hecho, cualquier tipo de prótesis dental, no sólo las removibles, requiere de un cuidado especial en el apartado de la higiene y visitas regulares al dentista para prevenir enfermedades infecciosas.

Como conclusión podríamos añadir que acudir dos veces al año a la consulta del dentista no sólo mantiene sanos dientes y encías, sino que reduce la cantidad de bacterias que viven en la cavidad oral disminuyendo el riesgo de acabar padeciendo una neumonía y otras muchas enfermedades.

Sintetizando todavía más; Cuidar tu boca, cuida tu salud.

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