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Qué es la Halitosis y cómo tratarla

Halitosis

La halitosis, comúnmente conocida como mal aliento, consiste en la presencia de un olor desagradable en el aire espirado.

No debería confundirse con el mal aliento transitorio que se advierte por la mañana al despertar en más de la mitad de la población adulta. Este mal aliento transitorio no merece una atención especial ya que se debe a la xerostomía  (o falta de salivación) que se desarrolla durante el sueño; cuando el flujo salival se reduce al mínimo durante el descanso, sumado a la putrefacción intraoral en desarrollo, es la causa del mal aliento al despertar y no se debe a patología alguna. Este tipo de “halitosis matutina” desaparece cuando se INGERIMOS alimentos, tanto sólidos como líquidos, y tras la higiene dental.

Sin embargo, la halitosis como síntoma, sí debe ser motivo de diagnóstico y requiere de un tratamiento. De hecho, sorprende que, hasta hace relativamente poco tiempo, la halitosis no haya sido un tema tratado con mayor profundidad  pese a que sus causas más frecuentes son la gingivitis y la periodontitis, relacionadas con la placa dental.

Orígen de la halitosis

Es importante destacar entre halitosis intraorales y extraorales. Las primeras se localizan en el periodonto y la lengua mientras que las segundas pueden estar causadas por diferentes patologías lo que nos sitúa ante una etiología multidisciplinar ya que la faringitis crónica, la sinusitis purulenta, la bronquitis crónica, patologías relacionadas con el tracto digestivo, los divertículos de Zenker o una hernia gástrica pueden ser origen de la halitosis.

Otras causas sistémicas de la halitosis incluyen la insuficiencia renal (uremia), pancreática (acetona) y hepática (amoníaco).

Incluso algunos medicamentos, como el metronidazol, un antibiótico de uso común en la actualidad, pueden producir mal aliento por sí mismos.

Etiología de la halitosis

LOS componentes sulfurados volátiles (CSV) son sustancias generadas por la fermentación microbiana de proteínas, péptidos y aminoácidos de la saliva, sangre, fluido crevicular y residuos de comida.

La aparición de estos CSV se produce en mucosas, dientes, bolsas periodontales y dorso de la lengua cuando entran en contacto con bacterias anaerobias gram negativas como Treponema denticola, Porphyromonas gingivalis y Prevotella. Estas bacterias pueden producir sulfuro de hidrógeno y metilmercaptano a partir de L-cisteína o de suero, es decir, proteínas omnipresentes en la cavidad bucal y en el líquido crevicular.

Por su parte, el líquido crevicular contiene sulfuro de hidrógeno, metilmercaptano, dimetilsulfuro e incluso dimetildisulfuro. Los sulfuros, y otros componentes como las diaminas presentes en la cavidad bucal, son componentes malolientes.

Halitosis y enfermedad periodontal

El 87% de las halitosis de origen intraoral están causadas por enfermedades relacionadas con las encías como la gingivitis y la periodontitis, ya que la inflamación de las encías provocada por estas patologías  aumenta la producción de componentes sulfurados volátiles (CSV). Una o más bolsas periodontales de 5mm. pueden aumentar la producción de CSV hasta en un 30%.

La periodontitis, por ejemplo, está íntimamente relacionada con la producción de metilmercaptano en el periodonto y el dorso de la lengua.

La halitosis como problema social y de salud

Más allá del problema en el área social del paciente con halitosis, los componentes sulfurados volátiles (CSV) producen alteraciones epiteliales como la destrucción localizada de la membrana basal  y la destrucción de tejido conectivo.

Los CSV producen alteraciones de los fibroblastos, que pueden alterar funciones celulares, afectando la concentración de colágeno y afectar a la respuesta inflamatoria y aumentar la destrucción tisular.

Clínica de la halitosis

Para alcanzar un correcto diagnóstico del paciente halitósico, se llevan a cabo las siguientes exploraciones:

  • Valorar salud general y hábitos de higiene y de consumo.

Lo primero que debe hacer el odontólogo es una revisión exhaustiva de la historia médica del paciente centrándose en posibles casos de sinusitis crónica, obstrucción nasal, alergias o hipertrofia faríngea. También se debe explorar el tracto respiratorio y los aparatos digestivo y renal. Por ejemplo, en mujeres en fase de ciclo menstrual y lactancia, hay que tener en cuenta que la concentración de CVS aumenta por la mañana entre dos y cuatro veces más durante este periodo.

También hay que valorar si el paciente está en tratamiento con algún fármaco productor de xerostomía, y, por último, hay que analizar los hábitos en la dieta y valorar su etiología y la ingesta de proteínas.

  • Cuestionario Halitosis.

Un extenso cuestionario nos permitirá definir al paciente halitósico y darnos una orientación clara sobre el momento en que el surge el problema, la duración de éste, su evolución, características, descripción, etc., al tiempo que nos ayuda a determinar como la patología afecta psicológicamente al paciente.

  • Exploración Intraoral.

La exploración intraoral para determinar posibles causas de la halitosis se centra en tres factores:

  1. Análisis de factores retentivos que predisponen la acumulación de placa como caries, anatomía alveolar, obturaciones desbordantes, etc.
  2. Exploración periodontal; Valorar una posible inflamación, estudiar posibles bolsas periodontales, supuración, sangrado, etc. y averiguar hábitos de higiene oral.
  3. Exploración Lingual

Especialmente en las bacterias localizadas en el dorso lingual posterior, ya que es la principal zona donde se producen las sustancias malolientes.

  • Exploración Organoléptica.

La evaluación organoléptica está realizada por un experto que ha sido entrenado y calibrado en su agudeza olfatoria. Esta prueba se realiza determinando el nivel umbral para detectar una serie de diluciones de un compuesto maloliente, como, por ejemplo, el ácido isovalérico.

La prueba es relativamente sencilla. En primer lugar, los pacientes son instruidos para cerrar la boca durante 1 minuto y, luego, exhalar lentamente el aire por la boca a una distancia de aproximadamente 10 cm de la nariz del examinador. La diferenciación entre la halitosis intraoral y extraoral se realiza comparando la respiración de la boca con la respiración de la nariz .

  • Cromatografía de Gas.

Es el método más apropiado para detectar la halitosis, sea cual sea su origen, y debe ser considerado el gold standard. Este aparato mide digitalmente los niveles moleculares de los tres principales CSV’s (sulfuro de hidrógeno, metilmercaptano y dimetildisulfuro) en una muestra de aire que respiramos. Es extremadamente sensible y produce resultados visuales en forma de gráfico a través de una interfaz de ordenador.

  • Análisis Microbiológico.

Dado que existe una relación entre la halitosis y la microflora del dorso de la lengua, en algunos casos, para mejorar el diagnóstico de la halitosis, puede ser útil obtener muestras microbiológicas del dorso de la lengua del paciente para su análisis.

En un próximo artículo, abordaremos la clasificicación de los diferentes tipos de halitosis y sus tratamientos.

Profa. Dra. Raquel González Martínez  | DDS; MSc, PhD