Exodoncias y atrofia maxilar
En este artículo vamos a contaros un caso clínico de rehabilitación maxilar superior en una paciente con atrofia significativa de tejido óseo ocasionada por el fracaso de tratamientos previos y problemas generados por una serie de exodoncias realizadas años atrás.
El problema con las exodoncias se refiere a que la paciente fue sometida a la extracción de caninos incluidos en el paladar, lo que provocó un gran defecto óseo en la zona, contribuyendo a la atrofia del maxilar superior.
Esta atrofia ósea, especialmente en las zonas posteriores, impedía la colocación de implantes en dichas áreas.
Nuestro tratamiento rehabilitador incluyó varias etapas quirúrgicas y restaurativas, logrando una rehabilitación funcional y estética mediante técnicas de regeneración ósea y la colocación de implantes dentales inmediatos y una prótesis fija de zirconio.
En el quirófano
Tras la exploración y las pruebas diagnósticas pertinentes, el Dr. Cortell planificó una primera intervención quirúrgica que incluyó la elevación de seno maxilar bilateral que permitiese la regeneración ósea vertical. Al mismo tiempo, se abordó la regeneración ósea horizontal en las zonas con mayor reabsorción de hueso y preservación alveolar en la zona anterior para mantener el volumen óseo tras las extracciones de los dientes remanentes.
Aprovechando el hueso disponible y para garantizar que el paciente no estuviera sin dientes durante el proceso de regeneración ósea, se optó por una carga inmediata en los cuatro implantes anteriores en esa primera intervención. Esto permitió colocar una prótesis provisional fija, mejorando la función masticatoria y la estética del paciente mientras las zonas regeneradas maduraban.
Tras un periodo de cicatrización adecuado y confirmada la estabilidad ósea en las zonas regeneradas, se procedió a la colocación de cuatro implantes adicionales en las zonas posteriores. Esta fase permitió una mayor distribución de la carga oclusal y aumentó la estabilidad de la futura prótesis definitiva.
Finalmente, se diseñó y colocó una prótesis fija de zirconio sobre los ocho implantes, logrando una rehabilitación completa del maxilar superior.
El zirconio fue elegido por su alta resistencia, durabilidad y excelentes propiedades estéticas, lo que permitió devolver al paciente una función masticatoria adecuada y un resultado estético satisfactorio.
El éxito de este tratamiento se debió a una planificación quirúrgica precisa, combinando técnicas de regeneración ósea y técnicas avanzadas de implantología bucofacial como las elevaciones de seno y los implantes con carga inmediata. Esta combinación permitió una recuperación progresiva de la función dental de la paciente, reduciendo a 24 horas el tiempo en el que la paciente no dispuso de dientes en el maxilar superior y garantizando una rehabilitación integral a largo plazo.
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