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Halitosis; clasificación y tratamientos

Halitosis; clasificación y tratamientos

Clasificación de Halitosis

Una vez realizada la exploración clínica, podemos clasificar la halitosis, dependiendo de sus diferentes características, en tres grandes grupos:

Halitosis genuina

Este tipo de halitosis se divide en dos clases:

  • Fisiológica: cuando no existen indicios de enfermedad o condición patológica. Suele estar provocada por la simple acumulación de alimentos en el dorso posterior de la lengua y es de carácter temporal.
  • Patológica: cuando se produce como consecuencia de una infección. Puede ser de origen oral o extraoral.

Pseudo-halitosis

Condición en la que no existe halitosis pero el paciente está convencido de que sí. La halitosis no se puede detectar desde el punto de vista organoléptico. El paciente se queja de mala respiración.

Halitofobia

Después del tratamiento, el paciente todavía piensa que tiene halitosis. Se trata de una queja persistente no objetivable.

Plan de tratamiento de la halitosis

Una vez determinado el tipo de halitosis que sufre el paciente, los planes de tratamiento dependerán de si hemos de enfrentarnos a una halitosis genuina, una pseudo-halitosis o a una halitofobia.

El tratamiento de la halitosis genuina fisiológica consiste en:

– Explicación de las causas y la evolución de la patología.

– Profilaxis profesional.

– Técnicas de higiene intraoral: rascador lingual, cepillos linguales, dentífricos específicos.

– Programa de visitas periódicas de mantenimiento.

Tratamiento de la halitosis patológica

Si es de origen intraoral debemos explicar las causas y la evolución de la patología al paciente, realizar una profilaxis profesional y las técnicas de higiene oral adecuadas: limpiador lingual, cepillos linguales, dentífricos específicos.

Además, debemos realizar un tratamiento periodontal completo  e incluir al paciente en un programa de visitas periódicas.

Si es de origen extraoral, suele estar asociado a problemas respiratoriosy estar caracterizado por mal olor en la respiración que surge de la exhalación por nariz y la boca. Generalmente se trata de una infección crónica de la cavidad nasal y los senos paranasales que conduce a cambios en la acción de limpieza del epitelio respiratorio, lo que permite el sobrecrecimiento bacteriano y la estasis de las secreciones que se producen. En este caso, es necesario referir al paciente al especialista.

El tratamiento de la Pseudo-Halitosis requiere de una explicación de las causas y la evolución de la patología al paciente, así cómo mostrarle los resultados de los análisis realizados. En estos pacientes también realizaremos una profilaxis profesional e instrucción en técnicas de higiene oral: limpiador lingual, cepillos linguales, dentífricos específicos, etc. Posteriormente incluiremos al paciente en el programa de visitas periódicas de mantenimiento.

Por último, el tratamiento de la halitofobia consiste básicamente en referir al paciente al psicólogo/psiquiatra.

Objetivos del tratamiento para la halitosis oral

Tanto a corto, como a medio y largo plazo, para el odontólogo, los objetivos del tratamiento de la halitosis genuina fisiológica pasan por reducir el número de bacterias productoras del mal olor (principalmente en el dorso lingual), reducir los sustratos proteicos involucrados en el proceso metabólico de estas bacterias y neutralizar la volatilidad de las sustancias que provocan el mal aliento.

Rascador lingual

Uno de los tratamientos recomendados para pacientes con este tipo de halitosis es el uso de un rascador lingual, ya que la mayor parte de estas bacterias productoras del mal olor se localizan en el dorso de la lengua.

Está especialmente recomendado en pacientes con saburra (capa blanca o amarilla que cubre la parte dorsal de la lengua). En la explicación de uso al paciente, hay que destacar la importancia de llegar lo más lejos posible hacia el fondo de la lengua, donde se localiza la zona de más saburra.

En casos de halitosis severa se recomiendan 5 rascados linguales 2 veces al día.

El uso del rascador lingual mejora susceptiblemente la percepción del paciente del sabor. Los estudios apuntan a que es más efectivo que el cepillo de dientes tradicional en los pacientes halitósicos. Sin embargo, el uso del rascador lingual es un procedimiento necesario pero no suficiente. El tratamiento completo requiere también del uso de agentes antimicrobianos como la chlorhexidina. El tratamiento con agentes antimicrobianos en estos pacientes se dilata considerablemente en el tiempo y debe ser empleado por el paciente con perseverancia y constancia para lograr el mayor éxito en el tratamiento.

Sin embargo, debemos tener en cuenta una serie de requisitos a la hora de mantener un tratamiento con este tipo de agentes. No deben alterar el equilibrio natural de la microflora de la cavidad oral, ni facilitar la colonización de microorganismos exógenos. Además hay que tener precaución para no facilitar la producción de resistencias microbianas e ir observando  posibles efectos adversos por su uso prolongado.

Por ejemplo, tratamientos con Chlorhexidina en concentraciones del 0.12% y 0.2% reducen significativamente la concentración de SVC, pero se asocia a tinciones extrínsecas en la superficie del esmalte y pérdida del sentido del gusto. También con inflamación de la glándula parótida en casos más severos.

En cualquier  caso, cualquier tratamiento requerirá del seguimiento del odontólogo mediante controles periódicos que nos permitan seguir la evolución de la patología para mayor seguridad del paciente y éxito del tratamiento.

Dra. Raquel González Martínez | DDS, MSc, PhD