higiene bucodental en la infancia

Higiene bucodental en la infancia

Higiene bucodental en la infancia

Por extraño que parezca, una higiene bucodental adecuada durante la infancia comienza antes de que a nuestros hijos les salgan los dientes.

Uno de los cuidados que los padres hemos de procurar a nuestros bebés es limpiar sus encías después de amamantarles o darles el biberón. En lugar de cepillo, utilizaremos una gasa o un estimulador de las encías usando únicamente agua.

Desde la erupción del primer diente de leche, es necesario comenzar con el cepillado 30 minutos después de las comidas y, hasta los 3 años de edad, es recomendable cepillar sólo con agua para enseñarle a escupir sin tragarse el dentífrico.

A partir de los 3 años, podemos aplicar al cepillo una fina capa de pasta fluorada (1mg F/g). De 3 a 6 años, usaremos la cantidad de un guisante de pasta con flúor y, a partir de los 7 años, ya podemos utilizar la misma cantidad de pasta que un adulto. A partir de los 5 años pueden utilizar el enjuague bucal, pero elige uno que no tenga alcohol.

Es importante supervisarles hasta los 8 o 9 años para asegurarnos de que se limpia correctamente todas las superficies de los dientes, las encías y la lengua durante, al menos, 2 minutos.

Consejos para que nuestros pequeños desarrollen buenos hábitos de higiene bucodental.

  • Convierte el momento del cepillado en un juego y cepíllate los dientes con él para enseñarle cómo se hace. Así ayudarás a que aprenda viéndote e imitándote.
  • Pon una de sus canciones favoritas que dure aproximadamente dos minutos y cepillaos los dientes hasta que acabe la canción.
  • Podéis llevar un control del cepillado en un calendario infantil junto al lavabo y establecer recompensas si se completa al finalizar la semana.
  • Enséñale a usar la seda dental para eliminar la placa bacteriana donde no llega el cepillo y evitar el desarrollo de caries interproximal. La edad recomendada es alrededor de los 6 años, pero bajo la supervisión de un adulto.
  • Explícales la importancia de una correcta higiene bucodental y de visitar al dentista. Convierte las citas con su odontopediatra en algo divertido y, en caso de tener malas experiencias propias, no las traslades a tu hijo.

La primera visita del niño al dentista es probablemente la más importante y de esa primera experiencia dependerá en gran medida la relación que ese paciente tenga con el odontólogo el resto de su vida. Por eso, tanto el odontólogo como los papas deben de convertir la primera visita al dentista en una experiencia que trate de estimular la curiosidad del niño y, por supuesto, evitar clichés que provocan en el menor un miedo infundado al dentista que pueda derivar en un futuro en fobias y trastornos de ansiedad.

Instituto CIMEV | Clínica dental en Valencia

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