Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de Antibiótico
La Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de Antibiótico de La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene por objeto sensibilizar acerca de la resistencia a los antibióticos y fomentar las mejores prácticas entre el público en general, los trabajadores de la salud y los responsables de la formulación de políticas para evitar que la resistencia a los antibióticos siga propagándose.
Desde su descubrimiento, los antibióticos han sido la piedra angular de la medicina moderna. Sin embargo, el persistente uso excesivo e indebido de antibióticos en la atención de la salud humana y animal ha fomentado la aparición y propagación de la resistencia a los antibióticos, que se produce cuando los microbios, como las bacterias, se vuelven resistentes a los medicamentos utilizados para luchar contra ellos.
En la 68ª Asamblea Mundial de la Salud celebrada en mayo de 2015 se aprobó un plan mundial de acción para hacer frente al creciente problema de la resistencia a los antibióticos y otros antimicrobianos y, ese mismo año, la OMS puso en marcha la primera semana de concienciación sobre el uso de los antibióticos.
Esta iniciativa evidenciaba la preocupación e inquietud que durante años habían mostrado instituciones, organismos y facultativos de todo el mundo al respecto del uso de los antibióticos y, como curiosidad, recuperamos para este artículo un estudio realizado por la Dra. González y el Dr. Cortell en 2012 sobre la Prescripción antibiótica en el tratamiento de la infección odontogénica por los profesionales de la salud.
El estudio consistía en una encuesta distribuida a 100 profesionales de la salud entre odontólogos y médicos de familia de atención primaria del Servei Català de la Salut a través de la cual se pretendía determinar las diferencias en la prescripción de antibióticos para el tratamiento de la infección odontogénica.
Los resultados de este estudio mostraron una gran discrepancia en los criterios de tratamiento farmacológico de la infección odontogénica por parte de los principales profesionales involucrados en el manejo de esta patología. A pesar de que la prescripción más frecuente en ambos grupos fue la de antibióticos betalactámicos, se detectaron diferencias importantes en cuanto a la prescripción de los antibióticos de 2ª elección.
Ya en 2012, el estudio recogía que “el número de microorganismos resistentes a los antibióticos de uso común en el tratamiento de la infección odontogénica se ha duplicado en los últimos 15 años” y concluía que “en los últimos años, algunos autores han alertado sobre el elevado consumo de antibióticos en España. Este hecho no está justificado por una mayor prevalencia de infecciones en este país comparado con otros. No obstante, hay una tendencia a administrar antibióticos frente a cualquier infección, sin importar su etiología. Aunque se requiere una prescripción formal de un facultativo (médico u odontólogo) para adquirir antibióticos, en España, un 30% de todas las consumiciones de antibióticos se hace sin esta prescripción. Además, la rápida incorporación de nuevas moléculas antimicrobianas al arsenal terapéutico ha contribuido a aumentar la tasa de resistencias, que ya es una de las más altas de Europa”.
También añadía que “podemos afirmar que existe una discrepancia clara en la prescripción de antimicrobianos para el tratamiento de la infección odontogénica entre los médicos de familia y los odontólogos. Los betalactámicos son los antibióticos de 1ª elección, siendo la clindamicina la alternativa en los pacientes alérgicos a la penicilina.
Por otro lado, la prescripción de macrólidos como tratamiento de 1ª elección creemos que no está justificado. Por último, en nuestra opinión sería una buena iniciativa la elaboración de una guía de práctica clínica para unificar criterios y conseguir la máxima eficacia en el tratamiento de la infección odontogénica”.
Instituto CIMEV | Dentista en Valencia