Densidad ósea, vitamina D e implantes dentales
Los huesos son tejidos vivos que constantemente se desgastan y reemplazan. Durante toda la vida, el cuerpo busca compensar la pérdida de tejido óseo con la creación de tejido nuevo. Se alcanza la mayor masa ósea (tamaño y fuerza) aproximadamente a los 30 años. A partir de entonces, se comienza a perder masa ósea.
Con el tiempo, la pérdida de tejido óseo puede causar osteopenia (menor masa ósea) y luego osteoporosis, una enfermedad en la que los huesos se debilitan y son más propensos a romperse (fracturas). Las fracturas pueden causar serios problemas de salud, entre ellos la discapacidad y muerte prematura. Es importante consumir suficiente vitamina D y calcio para mantener los huesos saludables y reducir el riesgo de osteopenia u osteoporosis. El ejercicio frecuente y del tipo en que se soporta peso ayuda a mantener fuertes los huesos.
Por qué la vitamina D y el calcio son importantes para la salud de los huesos
La vitamina D permite que el cuerpo absorba calcio y sin suficiente vitamina D y calcio, es posible que los huesos no se formen debidamente durante la niñez y que pierdan masa ósea, se debiliten y se rompan con facilidad durante la edad adulta. Incluso si consume suficiente calcio en su dieta, el cuerpo no absorbe ese calcio si no consume suficiente vitamina D.
Qué es la vitamina D
La vitamina D es una vitamina soluble en grasas, lo que significa que se almacena en el tejido graso del cuerpo. Las personas normalmente obtienen vitamina D cuando se exponen a la luz del sol, lo que lleva a la producción de vitamina D en la piel.
La vitamina D se encuentra naturalmente en muy pocos alimentos. En Estados Unidos, se agrega rutinariamente a la leche y el preparado para bebés. Otras fuentes alimenticias buenas son la yema de huevo y algunos tipos de pescado, como el salmón y la caballa. La vitamina D también está disponible en suplementos nutritivos.
Cómo se sintetiza la vitamina D
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el cuerpo produce la vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol. Por eso, con frecuencia se denomina la vitamina de la «luz del sol». La mayoría de las personas satisfacen al menos algunas de sus necesidades de vitamina D de esta manera ya que muy pocos alimentos contienen vitamina D de manera natural.
Entre las mejores fuentes de vitamina D están los pescados grasos (atún, salmón y caballa) y, cómo no, los suplementos alimenticios o los alimentos enriquecidos con esta vitamina.
Las necesidades diarias de vitamina D son:
- Menores de 1 año: 400 UI
- Entre 1 y 70 años: 600 UI
- Mayores de 70 años: 800 UI
No existen estudios concluyentes que arrojen luz sobre el tiempo de exposición solar necesario para que nuestro organismo sintetice vitamina D como tampoco lo hay sobre qué partes del cuerpo hay que exponer, a qué hora del día o qué tipo de pieles más sensible a dicha síntesis
La AEPAP conviene que las personas con piel oscura necesitan una mayor exposición solar y que, en primavera, una exposición al sol del medio día sin protección de 10-15 minutos al día puede ser suficiente (recomendaciones de 2009 – pendientes de revisión).
Síntesis de Vitamina D y confinamiento
Uno de los numerosos motivos de salud por los cuales se ha determinado recomendable permitir a los niños abandonar el confinamiento durante, al menos, una hora al día es, precisamente, la necesidad de exposición solar pero, ¿y los mayores que no puedan salir todavía de sus viviendas? ¿Y si se retoman las medidas de confinamiento?
Parece lógico que las posibilidades de exposición al Sol van a depender del tipo de vivienda en la que estemos confinados y las necesidades de Sol de cada individuo van a depender del tipo de piel, edad, etc. y es por este motivo por el cuál, en estos momentos, resulta indicado asegurarnos de que nuestra dieta nos asegura una fuente de vitamina D suficiente.
Vitamina D e implantes dentales
La vitamina D promueve la absorción del calcio y aumenta la integración entre el hueso alveolar y el implante. Debido a su importancia en el desarrollo óseo y la mineralización, la vitamina D tiene un papel crucial en el éxito de los implantes dentales y, su déficit y las patologías derivadas de éste, pueden convertirse en motivo del fracaso de un implante dental o en una contraindicación para este tipo de tratamientos.
Hoy en día, los implantes dentales se han convertido en uno de los mejores tratamientos para reemplazar los dientes perdidos, desde un punto de vista funcional y estético. Los implantes dentales empleados actualmente no solo tienen como objetivo lograr una función masticatoria idéntica a los dientes originales, además de lograr que la apariencia sea tan natural y bella como los dientes originales y sanos. La pérdida de uno o más dientes crea sonrisa asimétrica que no solo afecta a la estética sino también a la función de masticatoria y a su vez, puede modificar su hábito dietético. Aunque estos no son problemas graves, a veces la pérdida de dientes también puede conducir a la pérdida ósea. Cuando se pierde un diente, el hueso alveolar comienza a reabsorberse y se debilita debido a la falta de estímulo. La pérdida de dientes también cambiará la anatomía facial, causando un aspecto prematuramente envejecido. La colocación del implante no solo mantiene restaura la sonrisa natural, sino que también reemplaza los dientes que faltan y previene la recesión del hueso alveolar. Hay muchos factores que se utilizan para determinar si la situación del hueso es adecuada para la colocación de implantes o no, y uno de ellos es la densidad ósea. La densidad del hueso está directamente relacionada con los depósitos de calcio y de vitamina D.
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Instituto CIMEV | Implantes Dentales Valencia